El exterminio social de los 80 volvió a San Martín

En medio de amenazas y desplazamientos se encuentran familias de víctimas de las mal llamadas ‘limpiezas sociales’ en el municipio de San Martín (Meta).

 

Por: Juan José Riveros y Juanita Forero Ruiz

En febrero del año 2020 apareció una persona asesinada en el municipio de San Martín Meta -ubicado a dos horas de Villavicencio. Fue referenciada por la ciudadanía como alias ‘memo’, un posible actor armado o integrante de una banda criminal. Esto generó indignación entre la comunidad y en especial en los familiares del joven asesinado. 

Se trataba de un joven de  22 años, el cual se dedicaba a descargar alimentos entre otros oficios de jornalero. Fue encontrado muerto en un caño del municipio. Según personas cercanas a la familia, había salido desde el día anterior a trabajar, pero nunca regresó a su casa. 

Sus familiares lo describen como una persona trabajadora, que se rebuscaba la vida para apoyar económicamente en la casa, además, para ellos no presentaba ningún comportamiento que lo ligara con la delincuencia y con el entorno del microtráfico. ‘‘Nuestra sorpresa fue ver cómo las personas se referían a él con el ‘alias Memo’. A él le decían ‘memito’ pero a mí como familiar me indigno, porque cuál alias si él nunca tuvo que ver con actos delincuenciales’’, comenta la testigo. 

Tanto la familia como el joven recibían constantes amenazas por parte de un grupo armado, que los intimidaba hasta en la puerta de su casa por ser parientes de un consumidor de droga. La familiar expresa que cada momento, desde las amenazas hasta el fallecimiento de su hermano los llenan de intranquilidad. Más aún , sabiendo que no pudieron velarlo de la manera tradicional. ‘‘Su cuerpo al no recibir las medidas necesarias y a tiempo, estaba tan descompuesto que no había forma de proceder a este acto, por eso ni siquiera pudimos darle un último adiós cómo tenía que ser’’, Dice la  familiar. 

Este es un caso de las mal llamadas ‘’limpiezas sociales’’, prácticas que se han vuelto comunes en varios municipios del Meta con el pasar de los años. Específicamente en San Martín, desde los años ochenta, se ha vuelto recurrente e inclusive muchos de sus habitantes han normalizado este tipo de violencias llegando a considerarlas aceptadas y algo bueno para la comunidad porque ‘limpian a la población’ de personas señaladas de consumir drogas, ladrones, entre otros. Lo cual da paso a que se efectúen estos asesinatos en medio de la impunidad.   

Tal y como lo comenta el historiador y escritor del libro Limpieza Social: una violencia mal nombrada, Carlos Mario Perea, la palabra “limpieza social” debe ser suprimida y modificada por el término “exterminio social”, debido a que tiene una matriz simbólica muy compleja que produce que estos actos se legitimen. Al modificar este nombre se está exponiendo un fenómeno en su verdadera naturaleza, ya que es una manifestación de “extermino” en la medida que es repetido, sistemático y constante. 

El fenómeno comúnmente llamado ‘limpieza social’, comenzó en el país en 1979 como una forma de erradicación de ladrones. Con el paso de los años, este fenómeno se ha transformado en una modalidad de violencia que se caracteriza no solo por las cualidades de sus víctimas, sino también por los lugares donde se reproducen, por la intencionalidad y motivaciones de los victimarios, por las formas en que se realizan y por los mecanismos utilizados para su legitimación. Las principales víctimas de estas limpiezas en la mayoría de casos son los delincuentes, jóvenes y niños de la calle, recicladores, homosexuales, prostitutas e indigentes, todos etiquetados por sus victimarios como elementos ''no aptos para convivir en sociedad''.

Desde los años ochenta con la llegada a la zona alrededor de San Martín de narcotraficantes y esmeralderos como Gonzalo Rodriguez Gacha , alias ‘El Mexicano’, el zar de las esmeraldas Víctor Carranza y el grupo paramilitar de los Buitrago, los cuales hicieron presencia en el departamento del Meta, se empezó a desarrollar un ambiente de violencia en torno al narcotráfico y el conflicto con las guerrillas. ‘‘Entre los grupos que han causado miles de asesinatos en el lugar, se encuentra el Bloque paramilitar ‘Centauros’, grupo armado al que se le atribuyen varios atentados en la zona’’, tal y como lo menciona Gustavo Lopez, defensor de los derechos humanos del municipio , el cual pertenece al comité cívico por los derechos humanos del Meta ’ONG’ y es secretario ejecutivo de Derechos Humanos de la Federación comunal del Meta  (Juntas de acción comunal de todo el departamento del meta).

Por ejemplo, en el año 1988 se presenciaban estos asesinatos casi a diario a mano de los grupos subversivos y los cuerpos de las personas señaladas eran encontrados a las afueras del municipio o en los caños aledaños. Las mismas personas del municipio se encargaban de divulgar el rumor de casa en casa sobre el asesinato de jóvenes y muchachas. Todo esto según los testimonios de uno de los habitantes , lo justificaban diciendo que había sido por vender o consumir drogas, a otros porque les gustaba las personas del mismo sexo y  cuando se referían al asesinato de mujeres las vinculaban a la prostitución. ‘‘Fuera como fuera gracias a eso es que el pueblo se mantenía sano, no se veían ni ladrones ni nada y por eso es que lo están volviendo a hacer’’.

Estos asesinatos selectivos -más conocidos por el nombre de ‘‘limpiezas sociales’’- han cobrado la vida de más de 8 jóvenes en lo que lleva del año -de enero a octubre del 2020-. En estos casos son las familias las que siguen lidiando con estas bandas delincuenciales que buscan obtener el control del territorio. ‘‘A través de prácticas memorables como las conocidas amenazas e intimidaciones que involucran las vidas mismas de los familiares o allegados a la persona principalmente involucrada, es que este grupo logra su cometido -desplazar a las personas- todo por dominar el sector’’, afirma uno de los ciudadanos del municipio.

Según cifras del libro ‘‘ la violencia llamada limpieza social’’ de Carlos Rojas ,Periodista e Investigador de la CINEP ,desde 1988 a 1993 se registraron 1.826  casos de ‘ limpieza social’ en todo el país, seis de estos en el departamento del Meta. Conforme a lo dicho por uno de los residentes del pueblo, estos son actos que pasan desde hace años. En esos momentos el comandante paramilitar de San Martín era Ómar de Jesús Piraban, el cual era conocido por la población con el alias, ‘Don Jorge’, o ‘Pirata’. Este pertenecía al entonces ‘Bloque Meta’ y después ‘Bloque Centauros’. ‘‘Prácticamente en lo que tengo de vida he visto como han asesinado a un poco de gente, y pues las personas no dicen o no decimos ya nada porque sabemos que se trata de personas que le están haciendo un mal al pueblo’’. Además, asegura que no se remitirá a las autoridades a contar los sucesos por miedo a perder su vida.

De acuerdo con lo mencionado por el Defensor de los Derechos humanos del municipio, Gustavo López, los prósperos negocios ilícitos de estos actores armados se han vuelto los responsables de estos crímenes y lo que estas bandas quieren es causar pánico para que el microtráfico o el narcotráfico dejen de quitarles ganancias a ellos. ‘‘Por ello, podemos decir que el objetivo que tienen este tipo de ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias es el de ganar la guerra del micro y narcotráfico para ‘apoderarse de la zona’ ’’.

Con el paso del tiempo, estos grupos armados han buscado la forma de hacer más evidente sus amenazas y ‘alertas’ hacia la población por medio de panfletos y comunicados que distribuyen por medio de redes sociales. ‘‘Anteriormente no había ningún tipo de comunicado que advirtiera a las personas sobre las amenazas de muerte, simplemente uno se enteraba que iba a haber limpieza y ya empezaban a matar a las personas’’, asegura uno de los ciudadanos más longevos del municipio. 


 

             Foto: archivo.

 

Según datos recolectados del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), la guerrilla ocupa el tercer puesto en la lista de victimarios del exterminio social en Colombia, los dos primeros lugares son: los grupos de “limpieza”, con 3.798 víctimas, y los paramilitares, con 868. En ese listado también se encuentran los agentes del Estado, como la Policía, el Ejército, el Inpec o la Sijín, entre otros, quienes entre 1988 y 2013 han asesinado a 104 personas. 

De acuerdo a lo dicho por el defensor de los derechos humanos del municipio, son algunas de las personas que han logrado ayudar a salir por riesgos de muerte quienes dicen que se trata de unos agentes de la policía secreta que se alían con los grupos paramilitares para hacer ese tipo de ‘limpiezas sociales’. Sin embargo, el defensor expresa que se podría tratar también de una guerra entre bandas criminales lo que ha ocasionado este tipo de asesinatos y amenazas de desplazamientos. ‘‘Pues estos enfrentamientos ocurren  por el control del  territorio en el cual buscan distribuir sustancias psicoactivas’’.

Finalmente, Carlos Mario Perea menciona que el mayor dilema de esta problemática es la falta de intervención por parte del Estado, ya que no existen leyes, ni juridicidad sobre estos “exterminios”. La idea entonces para afrontar esta situación es que la Corte Constitucional ordene al Estado formular una política pública ,debido a que el ´´exterminio social´´ no se condena. “Lo que necesitamos es que esta práctica sea castigada, porque mientras esto no se sancione jurídicamente va a continuar con los niveles de impunidad en que hoy opera”, afirma Perea.

Actualizado el: Mié, 04/28/2021 - 14:46